jueves, 27 de junio de 2013

Entre médicos y lanas...



“Aquí Nancy.Cambio…” Luego de un largo silencio venimos a dar señales de vida por esta ventanita que traspasa distancias: yo de un lado, en un rincón junto a mi cama…y ustedes del otro lado, recibiendo lo que escribo donde sea que estén. Es lindo recordar eso. Cuando uno pasa tanto tiempo recluido en cama por la salud, a veces puede sentirse un poco solo, aunque no es mi caso, pues que sé que están allí, siempre acercando algún mensaje de ánimo, y sé que si comparto lo que siento, ustedes también escuchan mi latido. Gracias por todo el cariño y amor fraternal tan ampliamente prodigado.
 
Han pasado muchas cosas, así es que, primeramente responderé a lo que estuvieron preguntando:
“¿Cómo está la salud?” . Muy complicada. He tenido que estar en reposo absoluto por algunas afecciones: la hipertensión que cuesta controlar por la suma del deterioro general del organismo (sistema cardiovascular, renal, muscular, etc). La Erisipela otra vez afectó mucho las piernas, tenía que estar en reposo con las piernas en alto. Estuve con antibióticos. Y una gripe y faringitis muy fuerte de la que aún no termino de salir. Sigo con tos. Nos enfermamos “en familia”: Damita, Ezequiel, Waldo y yo caímos al mismo tiempo, los cuatro con mucha fiebre (39 C°). A Damita se le complicó con bronquitis espasmódica. Ahora le tocó el turno a mi mami.
Ya terminaron de hacerme todos los estudios pendientes. Algunos informes son preocupantes. La ecografía doppler cardiaca tendré que hacérmela cada seis meses para controlar cómo sigue el proceso. Hay un derrame global en el pericardio, entre otras cosas. Tengo que seguir en controles: mañana al nefrólogo. Luego al neumonólogo por la falta de aire para hablar. En fin…es larga la lista de controles que tienen que hacerme…bueno…no dejan de ser oportunidades para seguir cultivando la gran paciencia, ¿verdad?

Galería de Tejido:
 
Físicamente he estado muy decaída, pero trataba de mantenerme ocupada haciendo algunos tejiditos, así es que aquí les dejo algunas de las cositas hechas este tiempo:
 
Este es un adornito para heladera que le regalé a mamá: un pequeño delantal de cocina:

 
Unas flores para alegrar un bolso:
 

 
 
Unos zapatitos de cama para Graciela, mi hermana:
 


 
Otros zapatitos abrigados para Olguita, una hermanita de edad avanzada de nuestra congregación a quien le hacen diálisis tres veces por semana, para que no se enfríen sus piecitos durante esas sesiones tan dolorosas:
 

 
 
Un prendedor con una nota musical para Damita (como buena profesora de música que es)
 
 
Una porción de torta de chocolate con crema y cereza:
 

 
 
Un muñequito de nieve y un quirquincho para Waldo, para alegrarlo un poquito cuando se sentía mal, recordándole detalles de su Oruro natal:
 



 
 
Y una camita para Lulita, un poco a crochet y otro poco con tela frizada. Pero como le queda chica, ahora la usa Pelusita. Aquí está Lulita probando si entra:



También me tejí un pullover o suéter, con su bufanda y boina haciendo juego y una muñequita, pero aún no tengo fotos, luego las pongo si?

De entre casa:

Un día de esos en que salíamos a un médico, buscaba a mamá para despedirme. Como ella no escucha bien (usa dos audífonos pero así le cuesta oír), no escuchó que la llamábamos. La buscamos en el living, y allí estaba, en un rincón del amplio salón que otrora fuera su Peluquería, estaba haciendo un poco de ejercicios en su bicicleta fija (por indicación médica, para sus huesos). Pero como ella es una persona sumamente práctica y como tal, no le gusta perder nada de tiempo, la encontramos leyendo La Atalaya mientras se ejercitaba. No se dio cuenta que le sacaba fotos hasta que le hice señas que mirara a la cámara…¿graciosa, no?:


 
Y sí, así pasan nuestros días. No están llenos de grandes experiencias, al contrario, más bien son una lucha de supervivencia diaria. Pero después de todo, de una manera u otra, de eso se trata la vida en estos días finales: de seguir batallando con lo que sea que nos toque a cada uno, en su propio frente de batalla, con sus propias inquietudes…pero seguir…seguir adelante sin desfallecer. Nuestra lucha en familia, es con la mala salud. Cada familia, cada persona lleva su propio madero de tormento, el que podemos llevar gracias al poder Jehová que opera en sus siervos que claman a él.

Endeble mi corazón es,
por favor, tómalo en tus manos
y guárdalo de la opresión
que pesadamente cae sobre él.
Conoces la lluvia gris que lo ahoga.

Conoces la ventisca blanca
que contra él sopla y arrecia.
Pero tú eres refugio, escudo y amparo.
Nuestra frágil humanidad serena descansa
al saberte Padre, Dios, Amigo y
Consuelo eterno.
 
¡Por eso mi corazón
desea por siempre alabarte!