viernes, 23 de abril de 2010

Abril...y tejidos en otoño...







¡Terminé! Justo a tiempo, pues el frío se hizo presente de manera repentina por estas latitudes y había que salir a la civilización (para andar por médicos), así es ya estrenamos ayer el pullover que venía tejiendo. Como quedó algo de lana, alcanzó justo para un ponchito que hace juego, así es que sin pensarlo, ya tenemos un conjuntito abrigado listo.
Siempre es una alegría poder hacer algo y doy gracias a Jehová por cada pequeño logro. El brazo quedó en carne viva y hasta usar el mouse de la PC resulta muy doloroso…pero bueno…¡quien te quita lo tejido!, jaja

Este corazón sigue muy fatigado, con palpitaciones muy fuertes (*) que obligan a quedarse quietita, sólo escuchando la lectura de las publicaciones, o viajando mentalmente por por alguno de los paisajes bellos que empiezan a desfilar por la pantalla de la PC como protectores. No puedo andar y salir y disfrutar del paisaje dorado que el otoño está pintando por aquí, pero puedo escribirle unas palabras a este tiempo sereno, a este:

Abril

Me gusta tu nombre.
Suena dulce y nostálgico a la vez; no sé,
tal vez sea sólo un sentir íntimo
que barniza tu nombre con pinceladas otoñales,
con brisa fresca y hojas doradas
que bailan en el viento…

No puedo disfrutarte como antes,
me gustaba salir a tu encuentro cada mañana,
tu suave compañía se sumaba al gozo
que hablar del Nombre Divino y su Reino da.

Pero tu sola presencia ha sido arrullo al oído,
canción serena luego de fatigoso andar,
calmando los bríos que el estío dejó atrás.
No sé, tal vez los años estén aquientando
el río caudaloso que no detiene su andar,
que pule las piedras a su paso y no deja de cantar.
Tal vez ya no sea río de montaña,
que baja raudo a su encuentro con el mar.
Pero sigo aquí, deslizando mis días entre piedras
que el tiempo enseñó a suavizar,
no me detienen, sólo voy más lento,
cruzando valles y llanuras
que este otoño dorado me enseñó a amar.

Dáleth
23 de Abril de 2010

Les dejo un abrazo cálido y cariños que la brisa les alcance y les deje como hojitas doradas a su paso...
(*) Me harán un Holter cardíaco para ver qué pasa.


viernes, 16 de abril de 2010

Una Felicidad pequeñita y descalza








Este corazón se fatiga demasiado y no permite hacer cuantas cosas desearía, por más pequeñas y simples que sean, como escribir o tejer, cosas de las que disfruto mucho, aunque tenga que hacerlas por etapas, con descansos largos de por medio.

Los días se han puesto demasiado frescos de pronto. Gracias a los corticoides, no tengo nada de ropa de abrigo que me quede, así es que estoy tejiendo un pullover tamaño ballena, faltan las mangas y terminaciones, pero por ahora les voy mostrando como vamos.

Al menos mientras pude, tejí bastante, tanto que mi mami me pedía que no teja ya, jaja…es que ella tenía que lavar todo (yo ya no podía) y lleva su tiempito.

El otro día Lulita estaba en una de esas posiciones inverosímiles que ella tiene: bien sentada con toda su vasta pancita al viento. Aprovechamos para sacarle una fotito y de paso así pueda mostrarles algunos de esos tejiditos: un tapete en forma de mariposa que adorna un sofá junto a dos almohadones amarillos…y claro…Lulita al centro, alegrando el paisaje.

Otro pequeño (o gran) disfrute cotidiano, es el estudio personal, por medio del cual Jehová suple fuerzas para continuar. Repasar este párrafo resultó muy animador y por eso quiero compartírselos:

“También valora nuestro aguante (Mateo 24:13). Recordemos que Satanás desea que le demos la espalda a Jehová. Por eso, cada día que nos mantenemos leales a él es un día más en el que contribuimos a que pueda responder a los desafíos del Diablo (Proverbios 27:11). Claro, no siempre es fácil perseverar. Cuando afrontamos problemas, sean de salud, económicos, emocionales o de otro tipo, la vida cotidiana es una prueba. También nos desaniman las expectativas que no acaban de realizarse (Proverbios 13:12). La constancia ante tales dificultades es aún de más valor para Dios. Fue por esta razón por la que David le pidió que guardara sus lágrimas en un “odre”, y luego añadió con seguridad: “¿No están en tu libro?” (Salmo 56:8). En efecto, el Creador recuerda con aprecio el llanto y el sufrimiento que soportamos por serle fieles; todo ello es igualmente precioso a sus ojos.

”*** cl cap. 24 págs. 243-244 párr. 9 Nada puede “separarnos del amor de Dios” ***


Sí, a pesar de cuántas cosas sean un obstáculo cotidiano, el amor de Jehová nos ayuda a perseverar y consuela, y aún a pesar de todo, ser felices…aunque esa felicidad sea:


UNA FELICIDAD PEQUEÑITA Y DESCALZA


Estoy en el declive de mi vida
mirando al horizonte enrojecido
que anuncia con bonanza el nuevo día
del Reino largamente prometido.
Después de tantas horas valoradas,
después de tantos años bien vividos,
después de tantas sendas bien trilladas,
te digo, amado Dios que es inefable
tenerte por amparo y por amigo.
Adivino tu rostro bondadoso
y presiento tu voz plena en ternura
diciendo, (amor de padre):
- ¿Qué más quieres?¿Queda un deseo íntimo,
incumplido,del cual pudieras extraer dulzura?
-Nada que no me hubieras reservado;
nada que Tú no hubieras prometido.

Tan sólo aspiro a conservar con vida
la humilde dicha que creció a mi lado.
Yo la adopté; era una niña huérfana
sin nombre, sin destino, sin albergue.
Nadie jamás la había reclamado.
Se prendió de mi mano;
no tenía demandas ni ambiciones.
Despeinada y descalza imploraba cariño.
Había en sus grandes ojos soledad y desamparo
La senté en mis rodillas y le enseñé canciones.
La insté a escuchar callada la voz de tus ungidos
Y a medir las palabras cuando hay que reclamar;
A retener el paso en cruces peligrosos,
A abrir la mano en pleno cuando es preciso dar.

Crecimos lado a lado; ya no reímos tanto,
pero tenemos muchos recuerdos que guardar.
Valoramos las cosas pequeñas de la vida,
son perlas de cultivo de suave fulgurar.
No la quiero abrumada por pesos materiales
ni por severos cálculos cuando hay que hacer el bien.
Que con los ojos bajos admita Tu presencia
y con certeza plena diga su propio amén.

Álef Guímel
(Del libro “Pan sobre las Aguas”)


Gracias por la gran parte que les corresponde a cada uno de uds en forjar esa felicidad…los quiero mucho…